¿Para qué sirve la glucosamina?
Estudios indican que la eficiencia de glucosamina depende del origen del compuesto, no siempre puede extraerse de fuentes naturales. La glucosamina suele combinarse con otros compuestos; el más común es la glucosamina y condroitina.
La glucosamina forma parte de nuestro cuerpo de forma natural, en el cartílago y el líquido que rodea las articulaciones. En la medida que nos ejercitamos ese cartílago se desgasta, pero se repone en los momentos de reposo.
La glucosamina se produce naturalmente en forma de cartílago sano, la mayoría de los suplementos se elabora con los exoesqueletos o las capas exteriores de crustáceos, como lo son la langosta, el camarón o el cangrejo. La glucosamina también se encuentra en la médula ósea de los animales, y es rica en nutrientes específicos.
Si se ingieren suplementos a base de glucosamina ayuda a que ese proceso sea más rápido, o se complemente ya que a veces no tenemos los niveles adecuados de ese compuesto. Su consumo es recomendado en caso de lesiones, dolores, padecimientos o debilidad del propio cartílago.
Cada suplemento de glucosamina, de acuerdo con el suplemento que se acompañe ofrece beneficios diferentes. En el caso de la glucosamina con boswellia tiene un impacto positivo en los músculos y huesos, minimiza el dolor y ayuda en la habilidad física. La boswellia por si sola tiene propiedades curativas y antiinflamatorias.
Sin embargo hay que considerar que el consumo de estos suplementos puede generar los efectos secundarios, como presión arterial alta, problemas estomacales como: dolor, acidez, náuseas, diarrea, gases o indigestión, además de un alza en los niveles de colesterol o triglicéridos.
Es por ello, que antes de ingerir cualquier suplemento de glucosamina debemos consultar al médico, pero la realidad es que estudios han demostrado que mejora la calidad de vida de las personas, sobre todo aquellas que sufren de artritis, dolor de rodilla o articulaciones, así como el desgaste del cartílago.
Lo que se recomienda es establecer rutinas de ejercicios controladas, ya que el cuerpo debe descansar y reposar para reponer ese cartílago que se desgasta mientras corremos o caminamos.
Esther R.